El Terreno, un barrio a los pies del Castell de Bellver

La figura del imponente Castell de Bellver, uno de los iconos arquitectónicos de la ciudad, contempla desde su construcción en el siglo XIV, por orden del rey Jaime II, la evolución de Palma, una ciudad, crisol de culturas, bañada por el eterno Mediterráneo. Una ciudad donde tradición y modernidad van de la mano y donde conviven barrios de muy distinto estilo, cada uno con su fisonomía y particularidades propias.
A los pies del bosque de Bellver se extiende El Terreno, el barrio donde tenemos nuestra oficina, custodiado por el majestuoso castillo. La que antaño fuera la zona residencial por excelencia de la ciudad de Palma y lugar en el que buscaron refugio escritores, músicos, artistas… como Gertrude Stein, Anthony Kerrigan, Rubén Darío, Camilo José Cela… y entre los años 50 y 90 un conocido lugar de ocio nocturno, es hoy una zona tranquila, sobre todo, en las calles de la parte alta del barrio, donde el silencio es la nota dominante.
El barrio de El Terreno toma su nombre de la finca que hacia finales del siglo XVIII fue del cardenal Despuig y tras pasar por diversos propietarios heredó la familia Rubert, quien, con el tiempo, fue parcelando la finca posibilitando su urbanización.
La primera casa de la que se tiene constancia data de 1777, Can Rubert, y perteneció al artista y naturalista Cristóbal Vilella, vinculado por sus trabajos a la corte de Carlos IV. El portal de Son Clataret es el único vestigio que queda de esa propiedad, en la calle del mismo nombre.
Recorrer las calles José Villalonga, en cuyo número 47 una placa recuerda que allí vivió Camilo José Cela; Dos de Mayo, en la que habitó la escritora Gertrude Stein, en la misma casa, Mirabel, en la que más tarde se asentó el poeta y traductor Anthony Kerrigan; las calles del Polvorín, Robert Graves o Bellver, es retroceder en el tiempo y sumergirse en un remanso de paz a escasos metros de la conocida Plaza Gomila y la Avenida Joan Miró.
Muchas de las magníficas villas que emergen detrás de los muros cuajados de hiedras, plataneros y buganvillas, con sus jardines de naranjos y limoneros, han vivido tiempos mejores, pero nos recuerdan su origen señorial. Esas casas con su aspecto algo decadente, algunas restauradas, otras no, conviven con otras más sencillas, configurando un barrio que ha sabido conservar su encanto con el paso del tiempo.
Hoy en día, El Terreno es uno de los barrios de Palma donde mayor inversión inmobiliaria se está realizando por parte de empresas privadas, como es el caso del hostal Corona, edificio catalogado, situado entre las calles Santa Rita y Josep Villalonga, obra del arquitecto mallorquín Gaspar Bennàzar, construido en 1910, adquirido recientemente por un grupo sueco.
Junto al hostal Corona, en la calle Santa Rita, encontramos otro de los edificios singulares de El Terreno, Can Quetglas, obra del arquitecto Francesc Roca i Simó, construido en el año 1908 y considerado una de las joyas del modernismo de Palma, edificio que actualmente está siendo remodelado para convertirse en un hotel de cuatro estrellas.
No faltan tampoco en el barrio las zonas verdes, ya que al magnífico bosque de Bellver, pulmón de la ciudad, se suman dos parques con mucha historia.
Son los jardines del Parc de sa Quarentena, con una entrada por el Paseo Marítimo y otra por la Plaza Mediterráneo, una zona en la que en el siglo XVII precisamente guardaban cuarentena los navegantes en riesgo que llegaban a la ciudad ,y los jardines de Natzaret, el único ejemplo de jardín del siglo XIX que se conserva en Palma.
No podemos acabar nuestro recorrido por El Terreno sin mencionar la mítica Plaza Gomila, donde a principios del siglo XX abrieron sus puertas los primeros hoteles de la zona, el Mediterráneo, el Victoria, el Mirador, que atraían a turistas de alto poder adquisitivo y artistas internacionales, como Ava Gardner, Errol Flynn, Ray Charles, Charles Aznavour o Maurice Chevalier.
En los años 80 y 90 la Plaza Gomila fue la zona de marcha nocturna más popular de Palma. Pubs como el Joe’s, el Mínims o La Polilla eran de obligada visita durante los fines de semana. Hoy en día, la famosa plaza y sus alrededores están viviendo una necesaria transformación con el proyecto que está llevando a cabo el arquitecto holandés Jacob van Rijs, de la firma MVRDV, que junto al despacho mallorquín Gras, está acometiendo la construcción y reforma de viviendas en Gomila, un proyecto, que lidera la firma Camper.
El Terreno, un barrio con mucha historia y carácter que se adapta a los nuevos tiempos.